martes, 22 de julio de 2008

RELAX... Just do it!


Bienvenidos queridos queluches a un nuevo post de rosada esencia; representante de le femenidad es su más puro esplendor y abanderado de las más reprochables actitudes de una mujer que comienza a darse cuenta cómo gira en verdad el mundo sentimental.


Completamente al revés!

La soledad es una maldita amiga reflexiva que te obliga - de manera muy sutil – a iluminar abandonados recovecos de una personalidad que sólo se sabe en compañía. Sin lugar a dudas, el manual “Sobreviva a la soledad con dignidad” quitaría del podio a los grandes best sellers y se volvería libro de cabecera de un buen grupo de jóvenes desesperadas por no “meter la pata”.

Éste y otros tantos títulos no deberían faltar en tu biblioteca:

Piénsalo mil veces antes de mandar ese mensaje”, “Señales de vida sólo al final de la semana”, “La relajada experiencia de pensar como ellos”, entre otros aclamados éxitos.

Desde luego – si han dudado de mi astucia – anticipo que no haré confesiones respecto a mi comportamiento de quinceañera, ni aún las estrategias ingeniosamente desarrolladas para salirme con las mías.
He decidido dejar de ser un desventurado Coyote para transformarme en un esbelto y tierno Correcaminos. Bip Bip!






Me despido sin nostalgia de los planteos que tanto me han hecho trasnochar y encaro esta cuasi nueva vida - sin reencarnación de por medio - con más curiosidad que miedo. Arrojada a lo impredecible sin redes "planeadas" que aseguren un aterrizaje medianamente seguro.


¿Será éste un nuevo paso para la humanidad femenina queluchiana o, por lo contrario, una regresión disfrazada de superación?

Quizás si...
Quizás no...


Pensarlo demasiado sería una gran contradicción al título de este post.

viernes, 25 de abril de 2008

Yo y mi circunstancia...

Bienvenidos queridos queluches a este post postergado, premeditado y varias veces desdibujado.
Lamento esta dulce espera.

No pretendo aburrirlos con mis vaivenes; intentaré no arrastrarlos a mis agonías esporádicas y sentimientos de libertad encarcelados. No lloraré mis penas, no compartiré recuerdos, ni aún aspiraré hallar respuestas que sacien tanta sed de estabilidad.



Mi cuasi perfecta armonía se disuelve cual castillo de arena que, creyéndose indestructible, enfrenta la furia del mar. Pobre iluso...


Comienzo a preguntarme qué tan sólidas son las bases de mis proyectos, de mis sueños. Definitivamente debería haber estudiado arquitectura.






Y aquí estoy... Ortega y Gasset, yo y mi circunstancia.

Y ayer fui ...

Temerosa de dar pasos en falso, de extrañar mi rutina y darme cuenta que he tomado el camino equivocado cuando apenas logre distinguir el contorno de aquello que dejé atrás.
Equilibrista en la delgada línea que separa mi pasado del futuro, contemplando posibilidades y renegando el punto final.

Y regreso a mi hoy...
a mis noches que, por momentos, se vuelven algo más que eternas.
Leo las últimas palabras de un libro que supo regalarme los días más hermosos. Guardo en lo más profundo de mi aquella satisfacción que sólo la buena lectura puede darnos.

Me descubro, me vuelvo a conocer, me pongo a prueba. ¿Miedo?
Ufff ¡Como nunca!
... me aterra estar a solas conmigo. De hecho, he buscado mil excusas para alejarme de mi pero, inevitablemente, vuelvo a encontrarme. Maldita Guía Tefi.


Pero en tanta búsqueda fallida, en tanto callejón sin salida y laberintos de segunda, he podido descubrir la clave de mi paz:


Definitivamente debo dejar de buscar...


domingo, 16 de marzo de 2008

El viaje de mi vida

Bienvenidos queridos queluches a un nuevo post en donde las palabras sólo estorbarían; donde las imágenes adoptan el maravilloso don de hacer viajar al intrépido lector y enloquecerlo con sobredósis de aromas, colores y sensaciones.



El norte argentino me ha robado el corazón. Una porción de mi aún camina senderos caprichosos y serpenteantes y se mimetiza junto a una flor esperando ser olvidada en aquello que tanto se asemeja al cielo.




Esa parte de mi olvidó ser, olvidó el deber, olvidó la esclavitud del reloj.

Se duerme al dulce compás de la brisa y despierta con la caricia de una llovizna, inofensivo néctar de vida.



Quiero enamorarte con mis recuerdos. Quiero obligarte a volar conmigo y perdernos allí, donde el cielo desvergonzado desnuda colores que sólo verás en la paleta del más loco pintor.

Te hago una invitación sutil a un mundo de ensueño,

dale... soñemos juntos, tu hogar sabrá esperar.




... Tu vida sabrá esperar.



Una explosión de un verde impenetrable me oculta entre sus hojas.
No dejes que me vean

... no quiero regresar.




Finalmente el tiempo me ha vencido; vuelvo a mis días en la gran ciudad.

No pienses que mi cielo esta triste. He sabido entender que
lo bueno de irse...






... es que siempre se puede regresar.



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Más fotos en:

domingo, 10 de febrero de 2008

San Valentín capitalista

- La emoción de festejar otro día comercial -

Bienvenidos queridos queluches a nuevo post cuyo lev motive emana - cual gas tóxico de los suelos del Ceamse - de una fecha de calendario que ilusiona a los más melosos y traumatiza a los más antiromanticones. Lo llamaremos - dándole la espalda a la originalidad y robándonos un poco de seriedad otorgada por la historia - el "día D" :



"Día de los Enamorados"


Oiremos decir - con cierto aire de superación que no busca más que disfrazar la incapacidad de disfrutar una conmemoración simbólica al amor - "sólo se trata de un día comercial". Amores míos ( para continuar con el formato sentimentalista), desde luego es una maravillosa estrategia de venta que inunda de felicidad financiera a las ocasionalmente recordadas florerías... Contradecir esa afirmación es casi tan tonto como creer que con teñirnos el cabello, nuestros hijos nacerán rubios!

Abandonaré mi galanteria queluchezca y afinaré mi mentalidad comercial, quitaré todo lo mágico de lo mundano y formularé las siguientes inquietudes:

¿Acaso el día del Niño no alimenta los bolsillos capitalistas de las grandes jugueterías?


¿Después de todo, las facturerías - con sus huevos y roscas caseras - no aguardan con ansias algo alejadas de toda religiosidad la llegada de unas nuevas Pascuas?

¿Las librerías llenan sus vidrieras de las más variadas escarapelas por puro patriotismo?



Teniendo en cuenta que, progresivamente, lo económico se ha vuelto cimiento, que el deseo ardiente por obtener mayores ventas se contagia a cada fecha memorable como parásito en perrito sin vacuna de parvovirus...
¿Por qué, entonces, algunos determinan que San Valentín es un día comercial, cuando no declaran lo mismo con igual dureza ante fechas tales como el Día de Padre (cuando bien sabemos que comparten, en esencia, su ambición financiera)?

Daré respuesta a esta encrucijada:


El desamor hacia el día de los Enamorados y las justificaciones que - aunque lógicas y correctas - no son aplicadas a todos los casos ( porque olvidan comprar una flor a su novia, pero bien piensan en cambiar el televisor con la llegada del próximo Mundial)... emergen de los antiromanticones traumatizados de los cuales hablaba en la bienvenienda del presente post.
Tiemblan ante la llegada de fechas que ponen a prueba su capacidad de ingenio y creatividad ante los ojos de su amado/a y buscan la salida fácil, la ventana siempre abierta al fondo de la habitación. Un salto magistral les dará una nuevo año de changüin...

No obstante, estimados lectores queluches u aspirantes a ello, en este San Valentín, la ventanita salvadora ( en otras palabras, la resignación ante la frase "es un día comercial" ) estará cerrada bajo mil candados.

Posts atras hacíamos mención a la capacidad de "HMCS": Hallar lo Mágico en las Cosas Simples.
En esta próxima semana, inciten a sus parejas antiromanticonas a a cambiar la "S" por la "C" a dichas siglas:

"HMCC": "Hallar lo Mágico en las Cosas Comerciales".


lunes, 21 de enero de 2008

Concretando mis dichos

Bienvenidos queridos queluches a un nuevo post cuyo punto de partida sienta bases en el reconocimiento, su recorrido, en planes de acción ingeniosamente premeditados y su final... bueno, parece desvanecerse ante la popular y diariamente adulada "panchidez" o "pachorra".

Nuestra credibilidad comienza a resquebrajarse luego de prometer por decimotercera vez que taparemos la pasta dentífrica, que nos pondremos bloqueador solar cuando el sol derrite los corazones fríos y erradicaremos la mayonesa de nuestra dieta cotidiana. Y no es que los queluches seamos entes mecánicamente programados para nacer, alimentarnos, dormir, reproducirnos y morir
... somos, lisa y llanamente..
.

- PACHORRAS -


Nuestro placar podría representar un pueblo devastado y la ropa, indefensa, se esconde en los rincones esperando no ser hallada por el enemigo; el color del agua del florero comienza a hacer juego con las hojas de una flor ya marchita; el cesto añora perder unos kilos y verse bonito para una nueva bolsa.

¿Acaso los peluches - pobladores eternos de los campos de mi cama- osan escapar de la revoleada de cada noche? Fuerzas malgastadas, pequeños fugitivos de infinita ternura!


(de izquierda a derecha: no me acuerdo el nombre - Bugxxx - Corneta - Perro Rojo Stalin - Aito - Federico - Pluto, que ya venía con nombre - otro sin nombre y, por último, se asoma ChopSui)



No crean, simpáticos lectores, que festejamos esta compulsiva tendencia hacia el desorden. De hecho, sufrimos ante la inconsistencia de nuestros "prometo" y sabemos, muy concientemente, que los "mañana lo hago" pueden expandirse cual incendio en fábrica de pirotecnia.


Bienvenidos, queridos queluches, a las promesas inconclusas, sólo que éstas no son tan admiradas como la sinfonía de Franz Schubert.